Aquest és el vitrall que el mes d'agost m'ha deixat fer, entre onades de calor i onades de turistes que passaven pel davant del taller, amb aire desmenjat. Ja fa temps que el cartell d'entrada lliure no sedueix ningú. No és indicador de res perquè és un efecte que va començar abans de la crisi. Ja només ens venen a veure els turistes francesos, holandesos, belgues o australians.
Detalls insignificants a banda, en aquest darrer vitrall recupeo aquella manera de fer, no només nostra, consistent en fer anar tant el llapis com la goma d'esborrar. Una bona escriptura del plom i l'estructura, uns impresos transparents, uns gravats a l'àcid i una quantitat, petita però potent, de color.
Detalls insignificants a banda, en aquest darrer vitrall recupeo aquella manera de fer, no només nostra, consistent en fer anar tant el llapis com la goma d'esborrar. Una bona escriptura del plom i l'estructura, uns impresos transparents, uns gravats a l'àcid i una quantitat, petita però potent, de color.
La mida del marc era, en aquest cas, massa gran com per plantejar un vitrall sencer. Podríem haver pensat en uns reforços clàssics per darrera... Però al ser un vitrall interior que podem mirar per les dues cares, ens va fer decantar per una altra solució i vam incloure l'estructura en el propi dibuix dels ploms.
Això m'ha obligat a fer de ferrer de nou per poder construir el chasis i també de fuster per poder encastar-lo al marc existent. Si ens mirem el vitrall per davant (la llum més faborable) veiem el ferro confós amb els ploms encara que evident per la diferència de gruix. Per darrera, en canvi, he fet fer uns llistons de fusta que s'integren amb el marc en color i forma.
Esta es la vidriera que agosto me ha dejado hacer, entre oleadas de calor y oleadas de turistas que pasaban delante del taller, con aire desairado. Ya hace tiempo que el cartel de "entrada libre" no seduce a nadie. No es indicador de nada porque es un efecto que empezó antes de la crisi. Ya solo entran los turistas franceses, holandeses, belgas o australianos.
Detalles insignificantes a parte, en este último trabajo recupero esa forma de hacer, no solo nuestra, consistente en utilizar igual el lápiz que la goma de borrar. Una buena escritura del plomo y la estructura, unos impresos transparentes, unos grabados al ácido y una cantidad pequeña pero potente de color.
La talla del marco era, en este caso, demasiado grande como para plantear una pieza entera. Podía haber pensado en unos refuerzos clásicos por detrás... Pero al ser una vidriera interior que podemos mirar por las dos caras, me hizo decidir por otra solución integrando la estructura eln el mismo dibujo del plomo.
Esto me ha obligado a hacer de herrero de nuevo para poder construir el chasis y también de carpintero para colocarlo en el marco de madera existente. Si miramos la vidriera por delante (la luz más favorable) vemos el hierro confundido con los plomos aunque evidente por la diferéncia de grosor. Por detrás, en cambio, he hecho unos listones de madera que se integran con el marco existente en color y forma.
Esta es la vidriera que agosto me ha dejado hacer, entre oleadas de calor y oleadas de turistas que pasaban delante del taller, con aire desairado. Ya hace tiempo que el cartel de "entrada libre" no seduce a nadie. No es indicador de nada porque es un efecto que empezó antes de la crisi. Ya solo entran los turistas franceses, holandeses, belgas o australianos.
Detalles insignificantes a parte, en este último trabajo recupero esa forma de hacer, no solo nuestra, consistente en utilizar igual el lápiz que la goma de borrar. Una buena escritura del plomo y la estructura, unos impresos transparentes, unos grabados al ácido y una cantidad pequeña pero potente de color.
La talla del marco era, en este caso, demasiado grande como para plantear una pieza entera. Podía haber pensado en unos refuerzos clásicos por detrás... Pero al ser una vidriera interior que podemos mirar por las dos caras, me hizo decidir por otra solución integrando la estructura eln el mismo dibujo del plomo.
Esto me ha obligado a hacer de herrero de nuevo para poder construir el chasis y también de carpintero para colocarlo en el marco de madera existente. Si miramos la vidriera por delante (la luz más favorable) vemos el hierro confundido con los plomos aunque evidente por la diferéncia de grosor. Por detrás, en cambio, he hecho unos listones de madera que se integran con el marco existente en color y forma.
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